En el 2016, una nueva generación de talentos, fueron responsables de darle un nuevo título al Pachuca, con el recordado gol de Víctor Guzmán, al minuto 93 contra los Rayados del Monterrey, entre esos jóvenes, los más destacados eran Hirving Lozano, Erick Gutiérrez y Rodolfo Pizarro, mientras que Guti y el Chucky, se fueron al PSV, Pizarro fue adquirido por Chivas, en un traspaso récord.
Con los tapatíos, Pizarro se convirtió rápidamente en figura del equipo, siendo clave para la última liga del equipo, el torneo Clausura 2017, si bien, Rodolfo no volvió a alcanzar el nivel del torneo, fue de los mejores jugadores del equipo, durante su estadía en el rebaño, Monterrey, aprovechando su poder económico, decidió llevárselo en otro movimiento de récord.
Sin embargo, aquel campeonato del Apertura 2019, sería el último donde Pizarro mostró un gran nivel, desde entonces, el de Tamaulipas pasó por el Inter de Miami, regresó a Rayados, volvió a Miami y finalmente, se fue como agente libre al AEK Atenas, donde coincidió con Matías Almeyda, el técnico que le sacó el mejor nivel, no obstante, Pizarro perdió protagonismo y poco a poco dejó de ser tomado en cuenta.
Para este verano, y con los mercados de pases cerrados, Pizarro buscó lugar en la Liga MX, donde primero se habló de los Bravos de Juárez, movimiento que supuestamente, fue bloqueado por los griegos, esto al no alcanzar un acuerdo entre ambas directivas.
Para fortuna de Pizarro, Mazatlán mostró interés por el mexicano, lo cual facilitó las cosas para traerlo a los Cañoneros, sin duda alguna, el reto de Rodolfo será aumentar el nivel del equipo, que tiene dos objetivos, evitar la multa del descenso y tratar de llegar a su primera liguilla, si bien, parece difícil, tendrá la confianza de Víctor Manuel Vucetich.